El procedimiento tuvo lugar en el control de gendarmería nacional a la altura de Purmamarca. Momento en el que arribó un ómnibus procedente de La Quiaca donde los gendarmes realizan un control aduanero migratorio.

En un determinado momento, se observó a una ciudadana que al ser controlada mostraba cierto estado de nerviosismo, ante lo cual la atención de los efectivos se centraron en esa persona.

Fue así que el personal de gendarmería descubrió que el estupefaciente era transportado entre las prendas de vestir de una mujer, la cual viajaba en una empresa de transporte público de pasajeros. También pudieron determinar que otro pasajero, quien resultó ser la pareja de la pasajera, había descartado parte del estupefaciente en el baño.

Con esta situación y con el panorama de alerta planteado, se inician las comunicaciones con la Fiscalía Federal de turno exponiendo los hechos autorizando requisa y demás diligencias de rigor.

Cómo resultado se pudo detectar que la ciudadana transportaba adosado a su cuerpo unos paquetes rectangulares, los cuales estaban sujetos mediante una faja elástica. En el mismo sentido, y con los gendarmes siempre alertas, se observó que otro pasajero había arrojado algo en el cesto de residuos del baño del micro.

Nuevamente los gendarmes, atentos a la situación, fueron al lugar y divisaron varios paquetes de similares características, a los que transportaba la mujer.

Con las novedades informadas a la Fiscalía Federal, se realizan las pruebas de campo (narco test) al contenido de los paquetes, resultando positivo para COCAÍNA, con un peso de un poco más de dos kilogramos.

Ambos ciudadanos quedaron detenidos, la sustancia y demás elementos quedaron a disposición de la fiscalía federal de turno, desde donde además se orientaron medidas en torno a la causa.