Por esas vueltas de la historia, el kilómetro cero de la campaña electoral del frente oficialista Unión por la Patria será en la localidad bonaerense de Salliqueló, a 200 kilómetros de Bahía Blanca y a casi 580 de la neuquina de Tratayén desde donde se extiende el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (NK) para transportar el combustible que se extrae de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas no convencional del mundo.

La explotación del yacimiento que comenzó con el gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la licitación que puso en marcha el presidente Alberto Fernández y la finalización de la obra que gestionó el ministro de Economía y precandidato presidencial, Sergio Massa, convergerán en la inauguración de este domingo 9 de julio, Día de la Independencia. “La elección de la fecha no es casual”, aseguró a cronica.com.ar un funcionario que formó parte de los preparativos del acto en el que volverá a mostrarse junta la cúpula de cara a las PASO del 13 de agosto.

A casi un mes del encuentro de los ciudadanos con las urnas, el gobierno nacional dará hoy a las 15hs. por terminada la primera etapa del Gasoducto NK. Desde las filas que responden a Cristina, Alberto y Massa, según pudo reconstruir un prestigioso medio, trazan una línea recta entre la "soberanía energética" y la capacidad de volver a decidir de manera autónoma sobre la macroeconomía. No hay fricciones internas sobre esta proyección, aunque sí las hubo desde la planificación de las obras hasta "el orden político" que marcó la llegada de Massa al ministerio de Economía en agosto del año pasado. 

En el entorno del precandidato presidencial insisten: "con gestión y más gestión, Massa logró en tiempo récord lo que decían que iba a tardar dos años". En el Palacio de Hacienda están convencidos del impacto que tendrá sobre las cuentas del país dejar de importar gas. Formalmente, se calcula "un ahorro anual de 4.200 millones de dólares en sustitución de importaciones de combustibles".

El Gasoducto NK no sólo significará un alivio inmediato para las reservas del Banco Central al gastar menos en energía sino que, además, forma parte de una planificación más ambiciosa que tiene por objetivo, en los próximos años, exportar combustibles a los países vecinos (en principio). El proyecto tiene 1050 kilómetros en total. Ya se trabaja en el segundo tramo hasta la localidad de San Jerónimo, Santa Fe. Con la mitad concretada, el ahorro estimado se alcanzaría en 2024 y el potencial generador de divisas que posibilita construir canales de transporte de gas, entusiasma a los líderes de Unión por la Patria sin peros (casi). 

Tal es así, que hoy estarán Cristina, Alberto y Massa en Salliqueló, una localidad con 8.000 habitantes, para inaugurar el Gasoducto NK. Según pudo confirmar, hablarán los tres y se definirá a último momento si tomará el micrófono algún dirigente más de Unión por la Patria. Estarán presentes el compañero de fórmula y precandidato a vicepresidente, el jefe de Gabinete de la Nación, Agustín Rossi, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien busca la reelección. 

La última vez que Cristina y Alberto compartieron un acto fue en junio del año pasado, en el acto por los 100 años de YPF en los que hubo sintonía para marcar que la expresidenta fue la artífice de la recuperación de la empresa petrolera estatal que había sido privatizada en la década del `90. Con ese antecedente de su gobierno, Cristina le sugirió a Alberto que “use la lapicera” en el suyo.

Por protocolo de seguridad nacional, quienes ocupan los cargos de presidente y vicepresidente de la Nación no pueden compartir vuelo. Así que Cristina y Alberto llegarán por separado primero al aeropuerto de Bahía Blanca y luego a Salliqueló. Viajarán también el diputado nacional, Máximo Kirchner, impulsor de la Ley de Aporte Solidario extraordinario de las Grandes Gortunas -junto con el ex ministro de Economía, Martín Guzmán- con el que se financió la obra que costó 2.500 millones de dólares para la que se tendieron más de 47.700 caños de 12 metros de largo, avanzando a un promedio de 5 kilómetros diarios.

Ni Guzmán ni el ex ministro de Producción, Matías Kulfas, -ambos funcionarios del riñon de Fernández, aunque tras su salida marcaron algunas diferencias con los manejos de Casa Rosada- formarán parte de la inaguración. Aunque el arco político completo del peronismo coincide en lo trascendental de esta obra, existen versiones encontradas sobre cómo se llegó al día de hoy. Desde el kirchnerismo no dudaron en los últimos días en subrayar como culpable de la demora al ex ministro de Economía. Pero en el entorno de Guzmán marcan el inicio de la iniciativa con el Plan Gas y, hacia adelante, consideran necesario avanzar en una regulación adecuada para que la integración gasífera continental no termine elevando el precio de la energía en el mercado local, sino reduciéndolo.

Estarán, a su vez, los gobernadores del resto de las provincias por donde pasa el Gasdoducto NK: de Neuquén, Omar Gutiérrez, de La Pampa, Sergio Ziliotto y de Río Negro, Arabella Carreras. Darán el presente otros funcionarios nacionales, como la secretaria de Energía, Flavia Royon, y provinciales, representantes de empresas y dirigentes gremiales. A la cita en Salliqueló también se congregará la militancia que responde a diferentes sectores de Unión por la Patria.

De Tratayén a Washington

De acuerdo a las expresiones recientes de Alberto, Cristina y Massa, es probable que hoy, día en que se conmemora la Independencia, los tres coincidan en una conclusión: el sector energético, de aprovecharlo de manera inteligente y estratégica, podría ser el que le devuelva al país su autonomía para tomar decisiones sobre su economía. Algo condicionado desde el 2018 por la deuda con el FMI que tomó el ex presidente de Cambiemos (ahora Juntos por el Cambio), Mauricio Macri, por 45 mil millones de dólares.

Con la nueva obra para transportar la producción de Vaca Muerta el país logrará ahorrar, en principio -como se mencionó anteriormente-, unos 4.200 millones de dólares al año. En comparación, el tamaño del endeudamiento con el Fondo es tal que Sergio Massa afirmó semanas atrás ante empresarios de la construcción: “Una obsesión que debe tener el próximo Presidente, sea quien sea, es consolidar el programa exportador para generar todos los dólares necesarios para pagarle al Fondo y no volver nunca más al organismo”.

La consigna la repitió varias veces más ante diferentes audiencias en los últimos días. Es que su gabinete económico continúa mientras tanto las demoradas negociaciones con Washington -en las horas previas al acto, trascendió que finalmente los funcionarios argentinos viajarían este domingo por la noche- para acordar un “alivio” en los pagos y en las metas que exige el programa de ahora a diciembre y que la Argentina -el mayor deudor del FMI del mundo- no está en condiciones de afrontar. Principalmente, a causa de la sequía que este año significó la pérdida de 20 mil millones de dólares.

Evitar depender únicamente del campo como generador de divisas es otro de los beneficios latentes a partir del Gasoducto NK. Por lo pronto, las duras tratativas con el FMI, desde donde exigen una devaluación, no encuentran definición y se acerca la primera cita electoral a nivel nacional. En el medio el Indec dará a conocer la semana próxima el promedio de inflación del mes de junio. Mostraría otra baja pero, en definitiva, será otra cifra más que no logra acercar al gobierno a la prometida recomposición del poder adquisitivo.