Alberto Fernández participó en Córdoba de una misa en homenaje a Juan Manuel De la Sota, a un año de su muerte en un accidente vial. Allí aseguró que “Córdoba es muy importante como para que uno la desatienda” y reiteró que la provincia “tendrá un rol central” en su gestión.

La ceremonia, que fue encabezada por las hijas de De la Sota, Candelaria y Natalia, y por el gobernador local, Juan Schiaretti, se desarrolló en la catedral provincial y contó con la presencia de diversos referentes del peronismo, como Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro y el jefe del bloque justicialista en el Senado, Carlos Caserio.

Tras la misa y rodeado de militantes, el candidato presidencial del Frente de Todos dialogó con la prensa y afirmó tener un recuerdo “entrañable” de De la Sota, a quien conoció en 1985. “Cuando su hija me hizo saber que se hacía esta ceremonia y esta recordación solo me dio ganas de venir y acompañarlos”.

Consultado acerca de su relación con Schiaretti, el exjefe de Gabinete sostuvo que “nunca nos hemos peleado” y que “podemos pensar distinto”. “Seguramente vamos a tomar un café en un rato”, anticipó a la espera de apuntalar el apoyo del PJ cordóbes, que ya le brindó respaldo a nivel territorial, aunque no explícitamente a través del mandatario.

La reunión se concretó horas más tarde, cuando el gobernador visitó el hotel Holiday Inn de la capital provincial, donde se hospeda Fernández durante su visita a Córdoba capital.

En tanto, en la previa del homenaje, el senador Caserio, el reemplazante de Miguel Pichetto en la Cámara alta y principal nexo entre Fernández y Schiaretti, le sumó presión al gobernador local afirmando que “le gustaría que Schiaretti esté en la foto de los gobernadores con el Alberto Fernández”.

"Quisiéramos que Schiaretti acompañara porque tarde o temprano la unidad del peronismo va a ser total, me encantaría que el ‘Gringo’ estuviera en la foto de los gobernadores. Sería un eslabón significativo en este proyecto nuevo que se está creando", cerró.