El ministro de Defensa, Oscar Aguad, tiene en suspenso la aprobación del reemplazo para un oficial francés asignado al adiestramiento de tropas criollas.

La relación militar bilateral con Francia se rige por un acuerdo firmado en 1998 aunque el vínculo castrense viene desde la década del 60. El convenio prevé, entre otros puntos, la presencia de un oficial para dictar cursos de operaciones de paz y enseñanza del idioma técnico francés en el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para las Misiones de Paz (Caecopaz) dependiente del Estado Mayor Conjunto.

Desde 2002 y con rotación bianual un militar francés es el instructor de soldados argentinos en cursos de distinto nivel basados en normativa estandarizada por el departamento de Operaciones de Paz de la ONU. La actividad se amplió en los últimos años a funcionarios civiles y a periodistas que se capacitan como corresponsales en zona de conflictos.

El 19 de enero de 2017 el exministro Julio Martínez recibió al embajador francés Pierre Henri Guignard. Se repasaron las iniciativas bilaterales en marcha, entre ellas la designación de un relevo para el instructor galo en Caecopaz cuyo mandato había expirado. El trámite se difirió a raíz de la partida de Martínez a La Rioja para la campaña electoral por la senaduría que ganó el domingo último.

La posta quedó en manos del sucesor Aguad y del secretario de Estrategia, Horacio Chighizola, exvicecanciller durante la gestión de Fernando De la Rúa. El nuevo equipo no movió el expediente. El gesto de hielo con París se suma al cambio en las reglas de juego motorizado por la Casa Rosada que frenó la compra de 4 buques de patrulla de origen francés y, además, la cancelación de una reunión de intercambio estratégico entre altas autoridades de los ministerios de defensa que iba a realizarse en Buenos Aires. En este caldero decidir por sí o no al reemplazo del instructor francés en Caecopaz devino en cuestión de Estado. Tal es la sorda escalada que imprimió el Gobierno en la pulseada con Francia que voces oficiales atribuyen a una represalia por el bloqueo en la UE al biodiésel argentino.

Queja francesa

La suspensión de la negociación por los navíos generó una queja formal, hubo una llamada telefónica y una carta de la ministra francesa Florence Parly al ministro Aguad que todavía no contestó.

La Armada a través de la Dirección General de Material, a cargo del contralmirante David Burden, había organizado en 2016 un concurso de precios entre astilleros públicos internacionales para comprar 4 patrulleros marítimos. Compitieron tres astilleros estatales, requisito para encuadrar la operación de Gobierno a Gobierno, Navantia (España), Naval Group (exDCNS Francia) y Corporación China de Industria de Construcción Naval CSIC (China. El 18 de octubre de 2016 fue la fecha de cierre del concurso y entrega de sobres con la oferta económica, ganó el astillero francés. Se avanzó hasta el contrato comercial que llegó a revisión en Legales de Defensa y el borrador del contrato financiero en el ministerio de Hacienda.

Un correo electrónico del 18 de agosto pasado, dirigido entre otros a Graciela Villata, secretaria de Logística de Defensa y David Burden, el director de Material de la Armada expuso la decisión del Gobierno de paralizar la contratación con los franceses por la aparición de una propuesta del astillero privado español Gondán.

En la Armada señalan que Burden no supo asesorar a tiempo acerca de que el proceso de contratación había culminado y que Gondán por ser privado no podría competir. El mail decía: "Quedamos en validar 4 factores uno de los cuales es con la Armada. Equivalencia técnica entre lo ofertado por Gondán y DCNS (n.r. astillero estatal francés ganador) y si hay diferencias cuáles serían los cambios a efectuar para estar en igualdad de condiciones técnicas con DCNS". Condiciones financieras, Gondán puede acercar una propuesta de similares condiciones de financiamiento que Navantia (n.r. el astillero estatal español que perdió) pero requiere una carta del Ministerio de Defensa para presentarla a las entidades financieras; al ser una empresa ciento por ciento privada no podrían calificar en un acuerdo G to G (Gobierno a Gobierno), vamos a validar su hipótesis con SIGEN; validar con Cancillería y Jefatura de Gabinete la posibilidad de cambiar de país proveedor dado el avanzado estado de negociación con Francia".