Varios miles de personas se han manifestado este sábado en las principales ciudades de toda Francia contra la "dictadura sanitaria", como denominan a las últimas medidas del Gobierno para frenar la pandemia de coronavirus. El ministerio del Interior ha cifrado la cifra conjunta de participantes en 114.000.

Estas medidas, entre las que destacan la obligatoriedad de que los sanitarios se vacunen y la exigencia de tener pasaporte sanitario (vacunación completa o test negativo) para acceder a un importante número de actividades sociales, serán aprobadas el lunes por el Consejo de Ministros y el miércoles se debatirán en la Asamblea Nacional.

Con gritos y carteles que han denunciado lo que consideran una "dictadura sanitaria", pidiendo "dejen en paz mi cuerpo" o "libertad" o proclamando que "la covid mata la democracia". Los manifestantes han desfilado para mostrar su descontento.

En París una manifestación se ha congregado en la zona de la Plaza del Louvre y se dirigió hacia el Ministerio de Sanidad. Otra concentración había sido convocada en la capital por el pequeño partido ultraderechista Los Patriotas.

En muchas manifestaciones se han visto personas con los chalecos amarillos de las violentas protestas de 2018-19 contra el Gobierno, y aunque no ha habido incidentes, algunas, sobre todo en la capital, han estado vigiladas por un fuerte contingente antidisturbios de la Gendarmería.

Estas protestas siguien a las que tuvieron lugar el pasado día 14, la fiesta nacional de Francia, que reunieron a unas 17.000 personas.

"Entiendo a los reticentes que se manifiestan, pero creo que hacer falta convencer a toda costa a todos nuestros conciudadanos para que se vacunen", ya afirmado el primer ministro francés, Jean Castex, en un desplazamiento a Anglet (Pirineos Atlánticos). "La línea es clara: debemos vacunarnos", ha reiterado el jefe del Gobierno.

Las nuevas medidas, anunciadas por el presidente francés, Emmanuel Macron, el pasado lunes día 12, quieren incentivar la vacunación para combatir la expansión de la variante delta, que ya supone más del 67% de todos los nuevos contagios detectados en Francia. El objetivo del Gobierno es evitar que una nueva ola de la pandemia afecte al país y obligue a nuevos cierres con las consiguientes consecuencias negativas para la economía.

Tras el anuncio de Macron, cerca de dos millones de citas para recibir vacunas se concertaron en menos de 24 horas en todo el país, y el viernes se batió el récord nacional de dosis inoculadas en un solo día, casi 800.000.