Jeanine Áñez firmó la “Ley de Régimen excepcional y transitorio para la realización de Elecciones Generales”, esto después de que el documento haya sido aprobado por el Congreso. A su vez descartó la posibilidad de aprobar la iniciativa de los partidarios de Morales de evitar que este y el resto de su gabinete fueran juzgados, calificándola de una ley de impunidad.

La norma establecerá el saneamiento del padrón electoral, la participación de todos los actores políticos y la designación de los vocales del Tribunal Supremo Electoral en un máximo de hasta 20 días. Una vez compuesto este tendrá dos días para convocar a nuevos comicios.

Aún no hay fecha para los comicios. Si bien el partido de Evo Morales, el MAS, sí estará habilitado, ni el ex mandatario ni Álvaro García Linera podrán ser candidatos ni votar.

La ley surgió del consenso entre los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), con mayoría de dos tercios en la Asamblea Legislativa, y los partidos opositores Unidad Demócrata, del que era senadora Áñez antes de asumir la Presidencia provisional del país, y el Partido Demócrata Cristiano.

La norma anula los comicios del pasado 20 de octubre e incluye una serie de excepciones a la normativa electoral para acelerar la convocatoria a las urnas, empezando por el nombramiento de forma más rápida de un nuevo órgano electoral.

Ese nuevo órgano debe convocar a elecciones en un máximo de dos días una vez que tome posesión, con un nuevo padrón electoral y con las candidaturas que deseen presentarse, sin pasar por primarias. Uno de los artículos insiste en respetar el límite de dos mandatos, mientras que otro dejaría sin efecto provisionalmente normas sobre primarias y alianzas entre partidos.

Bolivia lleva sumida en un grave conflicto desde el día después de las elecciones del 20 de octubre, cuando comenzaron las denuncias de un fraude a favor de Morales, que fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo tras las elecciones del 20 de octubre entre denuncias de fraude. La oposición concurrió a esos comicios, aunque consideraba ilegal la candidatura de Morales por incumplir el límite de dos periodos seguidos, pero estaba avalado por el órgano electoral de entonces, que luego terminó procesado por el supuesto fraude.