Los estragos no se limitan al PMDB ya que la Procuraduría acusó de corrupción al expresidente de Petrobras durante los gobiernos del opositor Partido de los Trabajadores (PT). Lucio Funaro está preso desde julio del año pasado acusado de ser el responsable de la administración de millones de dólares procedentes de contratos mañosos con la petrolera estatal Petrobras destinados a miembros del PMDB.

La prensa informó hoy que luego de meses de negociaciones con la Procuraduría General de la República, Funaro accedió acogerse a la "delación premiada" que le permitiría dejar la cárcel de Papuda, en la periferia de Brasilia. "Funaro, el operador de Eduardo Cunha, va a hablar de la A a la Z del PMDB", estampó en su portada on line el diario Estado de San Pablo.

Conocido por su temperamento explosivo el cambista Lucio Funaro es una suerte de "hombre bomba" cuyos secretos tienen un potencial destructivo que preocupa al partido el gobierno, abundó Estado.

Todo indica que Funaro conocía los detalles de los sobornos que los políticos recibieron de grandes empresas para facilitar contratos con Petrobras en lo que luego sería conocido como el escándalo del "Petrolao", el mayor descubierto en las últimas décadas.

La onda expansiva del Petrolao alcanzó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 9 años y medio de prisión, principal opositor al gobierno del presidente Michel Temer, del PMDB.

Durante años el ahora arrepentido Funaro fue la mano derecha sobre asuntos financieros del exdiputado Eduardo Cunha, el poderoso dirigente del PMDB que comandó la Cámara baja y ahora está preso tras ser condenado a 15 años de reclusión por el famoso juez Sergio Moro.

Junto a sus actividades ligadas a los negocios ilegales en Petrobras, Funaro habría transportado dinero en maletas obtenido del frigorífico JBS para miembros del PMDB, según trascendió en la prensa pese al secreto del sumario de la causa.

El propietario de JBS, Joesley Batista, reconoció haber sobornado a más de 1.800 políticos de varios partidos al optar por la delación premiada en mayo pasado Joesley Batista entregó a la Justicia una grabación con el presidente Michel Temer en la que al parecer, porque el sonido no es nítido, se trató de asuntos relacionados con pagos indebidos.

Esa versión de Batista fue enérgicamente rechazada por el presidente Temer, quien señaló que la grabación no contiene ninguna evidencia que indique algún pacto ilegal. Temer y sus abogados también señalaron que el registro sonoro fue aparentemente adulterado y remarcó la "ilegalidad" de la grabación realizada con un aparato escondido en las ropas del magnate de la carne Batista.

En paralelo al caso del cambista Funaro que impacta en el PMDB, la Procuraduría General de la República acusó formalmente de corrupción al extitular de Petrobras y del Banco de Brasil, Aldemir Bendine. Bendine, que está preso en la sureña ciudad de Curitiba, ocupó esos cargos en las dos principales empresas estatales durante los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, ambos del opositor PT.


• Otro expresidente de Brasil bajo la lupa de la Corte Suprema por el Lava Jato

La Corte Suprema de Brasil aceptó este martes una denuncia contra el expresidente y actual senador Fernando Collor de Mello (1990-1992) por los supuestos delitos de corrupción, lavado de dinero y asociación ilícita en un caso relacionado con la trama de corrupción en Petrobras, informaron este martes fuentes judiciales.

La segunda sala del máximo órgano de la Justicia brasileña aceptó por unanimidad la denuncia presentada por la Fiscalía en la que se acusa a Collor de recibir 29 millones de reales (unos nueve millones de dólares) en supuestos sobornos derivados de la red corrupta destapada en el seno de la petrolera estatal.

La Fiscalía asegura en la demanda que el senador recibió ese montante a cambio de su supuesta influencia política en BR Distribuidora, subsidiaria de Petrobras en la venta de combustibles.

Los magistrados de la segunda sala siguieron el parecer del instructor del caso Petrobras en el Supremo, el magistrado Edson Fachin, quien entendió que la denuncia contiene indicios legales que autorizan la apertura de una acción penal contra el exmandatario.

La denuncia además da por comprobado que Collor compró con parte del dinero de los sobornos autos de lujo, entre ellos un Lamborghini, valorado en un millón de dólares, un Ferrari, un Bentley y dos Land Rover.

En julio de 2015, dichos vehículos fueron confiscados por las autoridades en la residencia particular del senador en Brasilia.

A pesar de aceptar la denuncia, los magistrados del Supremo descartaron otras acusaciones contra Collor en el mismo proceso, como los de desvío de dinero público y obstrucción a la Justicia, por supuestamente impedir las investigaciones.

A partir de ahora, la defensa del expresidente podrá presentar pruebas de inocencia y solo al final del proceso, cuando se celebre el juicio, se dictaminará una sentencia con la eventual condena o absolución por los hechos que le imputan.

El escándalo en torno a los millonarios desvíos en Petrobras ya ha enviado a prisión a varios políticos y empresarios, ha salpicado a la figura del presidente Michel Temer y a varios de sus ministros, así como a los exmandatarios Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva, condenado en primera instancia a nueve años y medio de prisión por supuestamente haberse beneficiado de la trama.