La Defensoría del Público recibió 1.354 reclamos por el tono discriminatorio de una entrevista televisada a un matrimonio de una comunidad originaria, que derivó el viernes pasado en una cadena de repudios desde las redes sociales, informó este lunes el organismo.

En tanto, desde el Inadi confirmaron a Télam que recibieron 200 llamados por el mismo hecho.

Pormenores del hecho

El jueves pasado en la Línea D del subte de la Ciudad de Buenos Aires una movilera del programa "Bien de mañana", conducido por Fabián Doman junto a los panelistas que se encontraban en piso, por la pantalla Eltrece, abordaron al matrimonio, conformado por Kantuta Killa y Wari Rimachi, "abuelos" de la comunidad originaria Ayllu Mayu Wasi, ubicada en la localidad bonaerense de Villa Martelli.

Mientras fueron entrevistados, la movilera y los panelistas que se encontraban en el estudio televisivo, pero interviniendo en la nota, se rieron al escucharlos responder en lengua quechua y, según denunció la misma Kantuta Killa, hablaron "en tono peyorativo".

Apenas se expresaron en lengua quechua la movilera interrogó al matrimonio diciéndoles: "A ver cómo es la lengua del indio originario".

Cuando Kantuta Killa, abogada de profesión y jubilada como oficial de un juzgado nacional donde ejerció durante 30 años, intentó hablar durante la entrevista del Tercer Malón de la Paz, movimiento de la comunidad originaria de Jujuy al cual la pareja apoya, la movilera le preguntó "¿el tercer Malón de la Paz, vienen a traer paz?".

La abogada asintió, y agregó que cuando empezó a hablar sobre eso "me taparon la boca con otra pregunta para que no me exprese y aparte, desde el piso, (estudios del canal) ya estaban diciendo un montón de cosas altamente irrespetuosas, de bullying, discriminatorias".

Respuesta de la Defensoría del Público a las disculpas

Luego de la expresión del conductor, un informe de la Defensoría del Público sobre los hechos, señaló que "las disculpas que ofrece el conductor aluden al suceso de forma general, precisando únicamente que refiere a una cobertura que se desarrolló en un subterráneo, y sin puntualizar en las referencias o situaciones que generaron la incomodidad que motiva su reflexión".

Por lo tanto, consideraron desde el organismo, "no se identifica la generación de un espacio de revisión crítica de lo ocurrido, sino una mención generalizada que no precisa en ninguna inconveniencia en particular que permita reparar el carácter lesivo del material mediatizado".

Al analizar cada fragmento de la entrevista desde una perspectiva comunicacional, el informe también concluyó que la modalidad ejercida por los integrantes del programa fue "irrespetuosa, burlesca y ridiculizante".

En ese sentido, indicaron, hubo "banalización de la lengua originaria; burla de la condición indígena y su lengua; desatención de las formas respetuosas de aludir a los y las integrantes de los pueblos originarios; y una representación que menoscaba a las personas entrevistadas".

"La cronista privilegia desde el comienzo del intercambio un sentido burlesco cuando, frente a las palabras que el hombre pronuncia en su lengua originaria, expresa: 'ah, claro, qué habrá querido decir'. Las risas que se escuchan en off, y que acompañan desde el estudio, refuerzan el sentido irrespetuoso del comentario. Ello se potencia cuando el conductor acota: 'este se pasó de estación'. La banalización del gesto del entrevistado al pronunciarse en su lengua originaria promueve su ridiculización", analizaron desde la Defensoría, entre otros puntos claves.

También, subrayaron la frase de la cronista al decirles "a ver, dígame una palabra en indio para aprender". 

Explicaron que "luego de que el hombre -entrevistado- explica el significado de la expresión que acaba de pronunciar, la cronista acota: 'muy bien', simulando la aprobación que las personas adultas dirigen hacia las infancias". 

Por otro lado, sobre la expresión de una panelista, cuando dijo "el indio nos quiere rajar, dejar sin laburo, ¿cómo es el tema?", la Defensoría señaló que "dicha modalidad de referir a los/as miembros de las comunidades acarrea históricas connotaciones peyorativas de desconocimiento del origen y pertenencia territorial argentina" y "es importante tener presente que el indio alude al 'natural de India' y su referencia a los pueblos indígenas americanos cayó en desuso por su connotación despectiva".

Por último, precisaron que la pregunta del conductor y la cronista hacia la entrevistada mujer, acerca de "a quién votó" en las últimas elecciones, "desatiende el carácter secreto del sufragio" y "potencia el sentido problemático, burlesco, ridiculizante e invasivo que evidencia la totalidad del segmento. A su vez, se advierte que la entrevistada capta e interpreta dicho sentido burlesco cuando le pide a la cronista que se tome en serio su respuesta, intercambio que resulta seguido de nuevas risas por parte de la comunicadora", concluyeron.

El programa vulneró un marco jurídico -puntualizaron desde el organismo-, conformado por: la Ley N°26.522 de servicios de comunicación audiovisual; la Recomendación General N° 23 del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas (CERD); la Declaración Universal sobre Diversidad Cultural, UNESCO; la Convención Americana de Derechos Humanos; y las Recomendaciones para el Tratamiento Mediático sobre los Pueblos Indígenas, documento elaborado por la Defensoría del Público.

Según denunció a Télam la misma Kantuta Killa, abogada de profesión, y jubilada como oficial de un juzgado nacional donde ejerció durante 30 años, desde el programa les hablaron "en tono peyorativo y discriminatorio".

Entre las principales recomendaciones para el tratamiento mediático sobre pueblos indígenas realizada por la Defensoría del Público junto al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas se encuentran utilizar un lenguaje respetuoso y preciso y evitar las denominaciones peyorativas en las coberturas.

La guía con las recomendaciones completas para el tratamiento mediático sobre Pueblos Indígenas, puede descargarse aquí.