Con el cierre de las listas nacionales como telón de fondo, tres millones de cordobeses irán este domingo a las urnas para definir al nuevo gobernador, 44 legisladores provinciales y miembros de los tribunales de cuentas donde los resultados tendrán su peso propio por dos motivos centrales: se trata de comicios en el segundo distrito electoral del país y el peronista Juan Schiaretti deja la gobernación para dar pelea en las presidenciales.

El postulante y discípulo de Schiaretti, Martín Llaryora buscará retener el poder del peronismo luego de 24 años y también apuesta a darle un triunfo clave al mismo gobernador y ahora postulante a la Presidencia. 

En paralelo, el frente de Juntos por el Cambio con Luis Juez a la cabeza apuesta a dar fin a esa hegemonía peronista y ofrecer un triunfo a su aliada a nivel nacional Patricia Bullrich que viajará hoy a sumarse al conteo final.

Las elecciones de Córdoba también pondrán en juego la continuidad o no de un eventual acuerdo nacional entre el sector de Horacio Rodríguez Larreta de Juntos por Cambio con Schiaretti con vistas al escenario futuro de un nuevo gobierno. Este eventual acuerdo fue cuestionado no sólo por Juez sino también por Patricia Bullrich y Mauricio Macri a nivel nacional. 

En Córdoba no habrá PASO y se impone el voto electrónico en al menos cuatro comunas a la vez que se utilizará el sistema de Boleta Única en toda la provincia como ejemplo de transparencia electoral.

Juez (Juntos por el Cambio) planteó a lo largo de la campaña necesidad de dar por finalizado una hegemonía del PJ y se referenció en los casos recientes de San Luis, Chaco y Neuquén donde los oficialismos locales también fueron destronados después de más de 20 años. 

También el candidato opositor de Córdoba sustentó su discurso con un mensaje más duro apuntalado por Patricia Bullrich. De hecho, se prevé que en el cierre de los comicios la precandidata presidencial de Juntos por el Cambio viaje a Córdoba para sumarse a respaldar a Juez.

Llaryora señaló en su campaña la necesidad de dar continuidad al mandato de Schiaretti aunque se sustentó en su intendencia de Córdoba Capital para darle impulso de la obra pública como motor de la economía. 

A nivel nacional Llaryora ahora se apoyará en la candidatura presidencial de Schiaretti, quien junto con Florencio Randazzo buscan motivar al peronismo no kirchnerista.

Otros candidatos

Si bien las últimas encuestas mostraron una paridad entre Llaryora y Juez, también figuran en el mapa electoral el kirchnerismo con el sello Creo en Córdoba de Federico Alesandri; el Frente de Izquierda con Liliana Olivero; el Nuevo MAS con Julia Di Santi; los kirchneristas disidentes con Fernando Schüle y Griselda Osorio bajo la boleta del Partido Humanista y el vecinalismo de Encuentro Vecinal Córdoba lleva a Aurelio García Elorrio.

La ultraderecha de Javier Milei presenta dos listas pero ninguna cuenta con el aval del diputado y fundador de La Libertad Avanza.

De esta manera, se prevé que en Córdoba la figura de Milei una vez más no aparecerá en el cartel central del resultado electoral como ocurrió en los 12 comicios provinciales que ya se llevaron adelante en todo el país. 

En Córdoba ni siquiera Milei apareció en la campaña como sí lo hizo en La Rioja, San Luis o Tierra del Fuego donde los candidatos republicanos no superaron más de 15 % de los votos.

La gran incógnita de este domingo será si Juez logra quebrar ese poderío provincial que vio pasar de manera intercalada al fallecido Juan Manuel De la Sota y Schiaretti desde 1999 hasta hoy.

En el radicalismo de Córdoba temen que el movimiento en falso que dio Rodríguez Larreta a nivel nacional en Juntos por el Cambio con Schiaretti se sienta en el resultado final.

Las elecciones en Córdoba llegan en medio de la crisis económica que transita la Argentina donde también se verá testeada este domingo en Córdoba, un distrito donde el voto del campo siempre tuvo una fuerte gravitación a nivel nacional.

Es cierto que el "voto soja" no reúne en estos días la misma euforia que tuvo en su momento con el agro en su esplendor. Pero según los análisis de los economistas en Córdoba la provincia mantiene las cuentas en orden, se mantiene el empleo formal y el Estado paga la deuda a tiempo a pesar de que aparecen signos alarmantes nunca vistos como un incremento de población en niveles de pobreza de más del 39%.