El Gobierno anunció el pago de $10.000 a trabajadores informales y monotributistas de las categorías A y B en abril de entre 18 y 65 años. La decisión fue anunciada esta tarde por los ministro de Economía y Trabajo, Martín Guzmán y Caudio Moroni, desde la Quinta de Olivos, e implica un paliativo para los sectores más vulnerables en el marco del recrudecimiento de la crisis económicas a raíz de las políticas de aislamiento para prevenir la expansión del coronavirus.

Según anunciaron los funcionarios, la medida alcanzará a 3,6 millones de familias y tendrá un costo fiscal de $36.000 millones.

"Tenemos que asegurarnos que toda persona que viva en Argentina quede protegida de esta situación de crisis", dijo Guzmán.

El titular del Palacio de Hacienda explicó que se creará "un Ingreso Familiar de Emergencia" (IFE) para los trabajadores en situación de informalidad y para los monotributistas de las dos categorías más bajas, es decir, los que facturan hasta $313.108 anuales o unos $26.000 al mes.

Se trata de sectores que habían quedado por fuera de las medidas anunciadas la semana pasada para jubilados, pensionados y beneficiarios de las asignaciones universal por hijo (AUH) y por embarazo (AUE).

Entre los alcanzados por esta disposición se encuentran asalariados informales de distintas ramas de actividad, como la construcción, el comercio y el empleo en casas particulares; los vendedores ambulantes; cartoneros; y los trabajadores independientes de bajos ingresos, como taxistas, pequeños comerciantes, electricistas, entre otros.

"Será un único pago de $10.000 en abril que podría repetirse si las circunstancias lo ameritan", remarcó.

Moroni, por su parte, señaló que el ingreso extraordinario estará dirigido a "gente que no tiene ninguna probablidad de continuar con su trabajo en estas condiciones" y que se va a definir el universo alcanzado en función de la situación familiar.

"Estara dirigido a familias que no tengan ningún otro ingreso", precisó y agregó: "Quien lo solicite no debe tener un patrimonio importante ni rentas financieras". Esto significa que quedarán fuera del beneficio aquellos monotributistas de las categorías A y B que cuentan con otros inrgesos en relación de dependencia, al igual que las personas que trabajan en la informalidad y al mismo tiempo reciben alguna pensión del Estado o son beneficiarios de un plan social.

El funcionario aclaró que el bono sí será compatible con la AUH, que ya recibió un adicional de $3.100. "La AUH apunta a atender a los menores y esto a atender los problemas que emergen de la emergencia sanitaria", afirmó.

Moroni aseguró que "el sistema será muy simple". Habrá una página web que creará la Anses para inscribirse. Los beneficiarios tendrán un plazo de entre diez y quince días para anotarse y, recién entonces, se determinará la fecha de pago.

La medida llega en un contexto en que las medidas locales de aislamiento obligatorio y la crisis internacional disparada tras la propagación del coronavirus profundizará la recesión que atraviesa el país y paralizará ciertas actividades. Algunas consultoras ya corrigieron sus proyecciones de caída del PBI para este año y hablan de un retroceso de alrededor del 4%.

En ese contexto, el grueso de los monotributistas y trabajadores informales dejarán de percibir sus ingresos habituales. Por eso, en caso de que se extienda el aislamiento obligatorio, el Gobierno baraja la posibilidad de otorgar otra suma semejante en mayo.