“No escapa al conocimiento de toda la sociedad que el presidente Milei tomó la decisión de sostener el déficit fiscal cero a cualquier costo”, explicó Oehler para señalar que los subsidios a la energía durante 2023 representaron 9.600 millones de dólares, es decir, el 1,6 por ciento del déficit fiscal.

El funcionario recordó que el sistema de subsidios instaurado por gobiernos kirchneristas desde 2003 se sostuvo en la falsa premisa del bajo costo de los servicios públicos y señaló que el presidente Macri intentó pero no pudo lograr corregir las distorsiones. "Se impuso este fenómeno cultural en nuestra sociedad de creer que la energía es barata. Esto –subrayó- le costó la presidencia a Mauricio Macri cuando trató de adecuar el tema tarifario y hoy estamos de nuevo frente a una situación donde un presidente que opera sobre la macroeconomía y las finanzas públicas, toma medidas sobre el costo de la energía”.

Oehler resaltó que en la coyuntura compleja que vive el país “con el caos económico en el que veníamos, a las puertas de una hiperinflación y estar transitando un proceso de inflación controlada, no deja de ser verdad que el golpe que se le está dando a la gente es muy fuerte”.

“El déficit cero planteado por el Gobierno nacional significa que hay que gastar lo que se puede gastar en función de los ingresos y que hay que eliminar todo aquello que genera esa desviación que después la terminamos pagando todos los argentinos con una inflación que no ha terminado”, describió, para indicar que ese el eje central del problema de Argentina “porque las tarifas de los servicios públicos, hablando en términos generales, no escapan a la situación del pan, de la carne, de los productos de primera necesidad”. 

Ajuste tarifario dispuesto por Energía de Nación 

En este último ajuste, precisó, el mayor peso de la readecuación tarifaria que se produjo fue consecuencia de la Resolución 07 de la Secretaría de Energía de la Nación, que fijó el valor estacional de la energía para los meses de febrero, marzo y abril, llevando de 15.040 pesos que costaba el megavatio a 44.000 pesos respecto del trimestre anterior, situación frente a la que “la provincia no tiene absolutamente ninguna posibilidad de intervenir y modificar ese valor”. 

Oehler aclaró que este incremento “no lo padecen solo los usuarios de Jujuy sino que es parte del sistema energético nacional, ya que esa transferencia de costos de la energía de CAMMESA es directa a cualquier jurisdicción de la Argentina”. En ese orden, puntualizó que “la incidencia que ha tenido esa cuestión nacional es extremadamente superior a la que puede haber tenido el ajuste por inflación trimestral que estamos obligados a hacer en la provincia de Jujuy por contrato de concesión”. 

Para Oehler, “lo que hay que entender es que en la concesión de la Provincia a Ejesa, hay reglas de juego que están establecidas en leyes nacionales, leyes provinciales, decretos y contratos entre partes y no podemos alegremente apartarnos de lo que está normado, porque se estaría incumpliendo la ley”. En este sentido, citó el caso del exministro Axel Kicillof, "cuya bravuconada con la reestatización de YPF le costará al país 16.000 millones de dólares, porque decidió que no iba a cumplir con las normas”. 

Más adelante, marcó una diferencia conceptual entre Jujuy y Nación. "Tenemos un gobierno nacional que ha decidido dejar de subsidiar muchos aspectos de la vida de los ciudadanos, el transporte, la energía, el gas; y en el otro extremo la provincia, que dentro de las limitaciones que tiene-porque también ha sufrido mucho cercenamiento de recursos de parte del gobierno nacional- por decisión del gobernador Sadir sostendrá la tarifa social, que hoy atiende 59.000 usuarios”. 

Amplió el titular de la SUSEPU que “sobre 220.000 usuarios totales que tenemos en la Provincia, 59.000 están bajo tarifa social y esos usuarios tienen un cargo fijo subsidiado y un cargo de uso de red, que son los valores sobre los que sí tiene competencia la provincia de Jujuy”, remarcó. 

Más adelante, afirmó que “lamentablemente este proceso de readecuación del costo de energía no termina” y adelantó que “en el estacional que está previsto para mayo viene de nuevo otro incremento en el costo de la energía, que también va a tener impacto si no se cambian un poco las reglas de juego”. 

Asimismo, aclaró que no está contemplado el mantenimiento de los subsidios para todos los usuarios y la quita para todos ellos: “hay dos franjas de usuarios, la N2 y N3, que tienen congelados el valor del costo de la energía, pero no están exceptuados del ajuste por inflación trimestral que hay que hacer por contrato de concesión”. 

Recordó por otro lado que el RASE, Registro de acceso a los subsidios energéticos, está abierto de manera permanente en la página de la Secretaría de Energía de la Nación o en la aplicación de Argentina.gob.ar. “Según la información que tenemos nosotros, el Gobierno nacional está mutando el sistema de subsidios que antes era a la oferta y pagaba a los generadores; ahora se los va a dar al usuario. Para poder determinar si a un usuario le corresponde o no ese el beneficio de ese subsidio, tiene que registrarse en el RASE, tiene que inscribirse y aportar los datos socioeconómicos de su núcleo familiar, eso va a una base de datos, se cruzan datos y se determina si le corresponde recibir o no el subsidio”, explicó. 

Tarifa subsidiada en Jujuy 

El funcionario precisó que en Jujuy existen tres grupos de usuarios subsidiados: “primero, los que están dentro de la tarifa social, que son 59.000 usuarios; segundos los electro-dependientes que tienen el cien por ciento del subsidio cuando están amparados por un certificado del Ministerio de Salud de la provincia de Jujuy y en tercer lugar los clubes de barrios, porque hay una disposición que les condona el cobro de la energía que usan, pero tienen que pagar un pequeño porcentual de la boleta”. 

Concluyendo, Oehler reflexionó que “hay una cuestión central, que es que la decisión que ha tomado el Gobierno nacional es quitar los subsidios en todos los servicios públicos y por lo tanto deberíamos empezar a tener un criterio de uso racional de nuestra energía en la casa, y para ello tenemos que ser cuidadosos en cómo usamos el agua, como usamos la energía, en cómo usamos el gas y el transporte. La transición es muy compleja porque estamos en una situación de desacomodamiento socio-económico entre el salario y la realidad económica. Esperemos que podamos llegar a ese puerto donde se puedan reacomodar las cosas”.