La imprevista irrupción del coronavirus trastocó el normal desarrollo de la vida diaria. Las medidas adoptadas por los distintos gobiernos del mundo modificaron de un día para el otro la cotidianidad de las personas.

Al mismo tiempo, el aislamiento obligatorio y el distanciamiento social aceleraron la utilización de diversas tecnologías aplicadas en sectores como la salud y la educación.

Esta última se ha tenido que adaptar a los tiempos que corren a través de plataformas y estructuras digitales que permiten el desarrollo de las clases a través de aulas virtuales.

El docente Gustavo Iaies consideró que en la Argentina existen “condiciones muy distintas para desarrollar el proceso educativo” durante la cuarentena.

“Hay escuelas que tienen alumnos con computadoras e internet y pueden trabajar con mucha tranquilidad en esto. Pero también hay escuelas con muchas dificultades. Hay un nivel de inequidad que en parte se ha sumado”, afirmó.

Al mismo tiempo, el especialista remarcó que la readecuación tecnológica de la escuela “ha metido a los padres en el centro de la escena”.

“En las casas, todavía hay muchos papas que tienen dificultad para explicarle a los chicos la diferencia entre una cuarentena y una vacación. Sin un orden, a los pibes les cuesta mucho estudiar. Ordenar un esquema donde el trabajo sea posible. En muchos casos hay una grieta entre el padre y la madre: hay que hacer un esfuerzo para acordar criterios comunes”, opinó.

“Vamos a ver en qué medida las casas pudieron bancar un orden o no. Para los chicos de secundaria, la cuarentena es el imperio de querdarse en la habitación con la computadora y la televisión. Eso es un problema y hay que encuadrarlo en un orden. Los chicos no están de vacaciones en casa, haciendo lo que quieren y dominando la situación”, continuó.

En ese sentido, el entrevistado aseguró que “es bueno que los chicos entiendan que estar en casa no quiere decir invadir el clima hogareño”.

“No puede ser que todo el mundo empiece a jugar al tiempo que juegan ellos. Hay un orden también para los padres y ellos no pueden estar todo el tiempo manejando la situación. Las tareas siguen siendo responsabilidad de los chicos y no de los padres. Los primeros se tienen que acostumbrar a poder trabajar solos y resolver cosas por sí mismos”, sostuvo.

Sobre las plataformas digitales que permiten el acceso a clases y al material escolar, Iaies consignó que “están bien pero empezaría trabajando mucho más con que los chicos lean, entiendan lo que leen y puedan resolver problemas de matemática”.

Por el lado de los docentes, el experto en educación manifestó que “los maestros están enfrentando un escenario de algo que se les impuso” ya que “en diez días tuvieron que rearmar un esquema de escuela que veremos en las evaluaciones cómo funciona”.

Bajo su perspectiva, el tránsito del sistema presencial a un esquema virtual “abre algunas lecciones de trabajo de cara al futuro”.

En la secundaria y en la universidad no es imprescindible que las clases sean presenciales todo el tiempo. Debe haberlas pero uno puede empezar a pensar en un secundario que no esté todos los días con los chicos ahí”, acotó.

Respecto de las directrices gubernamentales ante la crisis sanitaria, Iaies admitió que “el Ministerio de Educación de la Nación reaccionó bastante rápido”.

“Generó plataformas y programas de televisión. Si bien no resuelve la situación, es un aporte importante y mostraron bastante cintura. El desafío es ver cómo se adapta eso al trabajo de cada escuela”, cerró.