{jkhighlight}Científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y del Conicet crearon un nuevo test serológico que detecta los primeros anticuerpos que genera el organismo tras la infección con el nuevo coronavirus{/jkhighlight}.

El desarrollo fue comandado por Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la FIL e investigadora del Conicet, quien ya había creado el primer test nacional llamado COVIDAR IgG.

A diferencia de este, el nuevo desarrollo detectó otro tipo de anticuerpo que el organismo produce en general de manera más precoz frente a la infección por el nuevo coronavirus. También fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

COVIDAR IgM detecta la inmunoglobulina IgM, que es el primer anticuerpo que genera el sistema inmune para combatir una infección. A diferencia de IgG, tiene un período de duración más corto, es decir, está presente menos tiempo en la sangre del paciente. Para el caso particular del nuevo coronavirus, puede permanecer detectable hasta dos meses y luego comenzar a declinar. Mientras que IgG tiene una duración mayor”, afirmó Gamarnik.

{jkhighlight}La IgM se produce primero que la IgG y aparece en el 40 por ciento de las personas infectadas en los primeros siete días de comenzados los síntomas{/jkhighlight}.

La IgG, en el caso particular de la infección con el nuevo coronavirus, puede aparecer unos días después, pero, sorprendentemente, hemos notado que en muchos casos aparece en forma simultánea a la IgM”, agregó Diego Ojeda, becario postdoctoral de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) e integrante del laboratorio de Gamarnik.

El nuevo test de IgM es útil como complemento del test IgG. Puede sumarse a las pruebas que buscan evaluar la circulación del virus en la comunidad y también podría complementar estrategias para la identificación y el aislamiento de casos y de contactos.

Es decir que tampoco reemplaza el test por PCR, en el que la muestra se obtiene a partir de un hisopado. Esta prueba permite determinar si el virus está presente en la persona. En cambio, los test serológicos sólo indican que el organismo ya reaccionó ante la presencia del patógeno, que puede o no estar en el organismo en el momento de la prueba.

Tiempos

Si bien aún no se sabe con precisión cuánto dura la IgG circulante, si se considera información obtenida con otros coronavirus como el SARS-CoV-1, es posible que la inmunidad dure al menos un año.

Este es un tema de intenso estudio y todavía no hay pacientes que hayan pasado ese periodo de tiempo desde el inicio de la pandemia. Por este motivo, es de gran importancia realizar investigaciones que permitan el seguimiento de los pacientes midiendo el nivel de anticuerpos a medida que nos alejamos del momento de la infección”, señaló María Mora González López Ledesma, investigadora asistente del Conicet e integrante del grupo de Gamarnik.

Los investigadores de la FIL están realizando una colaboración con profesionales del Hospital de Clínicas José de San Martín, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, liderados por Beatriz Perazzi.

Realizan un seguimiento de pacientes midiendo los niveles de IgG e IgM a medida que pasa el tiempo. “Estos estudios son de gran importancia porque nos permitirán determinar con mayor precisión la duración de cada uno de estos dos anticuerpos”, subraya Gamarnik.

Mediante el uso de SEROKIT, un equipo validado para la recolección y la conservación de anticuerpos en muestras de una gota de sangre, se están realizando estudios de seroprevalencia de Covid-19 en la ciudad de Buenos Aires y estudios para el cuidado de personal de la salud en la provincia de Buenos Aires. Esas muestras se analizan por medio del método de Elisa en el laboratorio con los test COVIDAR IgG e IgM.

Por mes se están produciendo aproximadamente 200 mil test serológicos: 160 mil IgG y 40 mil IgM. Están disponibles para las autoridades de salud nacionales y provinciales.

Ambos kits se han distribuido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Chaco, Formosa, Córdoba, Corrientes, Santa Fe, Neuquén, Santa Cruz, Río Negro, Chubut, Tucumán, Entre Ríos, San Luis y Tierra del Fuego.

Del desarrollo también participaron Marcelo Yanovsky y Julio Caramelo, jefes de laboratorio de la FIL e investigadores del Conicet; Diego Álvarez, de la Universidad Nacional de San Martín y del Conicet, otros doctorandos y jóvenes doctores que integran el grupo de Gamarnik: Horacio Martín Pallarés, Guadalupe Costa Navarro y Lautaro Sánchez; y Jorge Carradori, del Laboratorio Lemos.

El proyecto se realiza en el marco de la Unidad Coronavirus COVID-19, impulsada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT), y recibió el apoyo del Fondo para la Convergencia del Mercosur (FOCEM), la Fundación Williams y la Asociación Civil Siempre Ayuda Nunca Dañes (SAND).