La mayoría de las 24 regiones en las que está dividido el país tiene desde hace una semana las Unidades de Terapia Intensiva del sistema público desbordadas. El sector privado aún tiene capacidad de respuesta, salvo en provincias como Santa Fe, Neuquén, Río Negro, Formosa y San Juan, distritos que demostraron una seria debilidad ante la segunda ola de coronavirus.

Las razones habría que buscarlas en dos variables: baja cantidad de camas UTI privadas y la alta incidencia que tienen las internaciones de empleados del sector públicos con obra social que terminan derivados al subsector público, o trabajadores privados de una misma actividad que terminan saturando las UTI privadas y son derivados.

En Tucumán las terapias intensivas del sector privado tienen una ocupación del 92,6% contra el 84,2% del público.

En Jujuy la diferencia es mayor aún, 87,2% contra el 70,1%. Santa Cruz, una de las provincias de menor ocupación de plazas de terapia, tiene una saturación del 72,4% de las UTI privadas. Las públicas apenas llegan al 45,6%.

En esa provincia patagónica, la incidencia del sector petrolero es muy alta; lo mismo ocurre en Río Negro, provincia con su capacidad de camas de alta complejidad colmada, pero donde las Unidades de Cuidados Intensivos privadas alcanzaron ayer el 97,2% (y las hospitalarias, el 91%).

En Río Negro los enfermos de coronavirus esperan en los pasillos o acostados en el piso sus derivaciones o una cama. Hubo casos en que los enfermos fallecieron por no poder acceder a cuidados intensivos.

Según los últimos datos procesados por la Subsecretaría de Integración de los Sistemas y Atención Primaria, hay en este momento 13 jurisdicciones en condición crítica porque el promedio de ocupación de camas UTI tanto públicas como privadas superan el 80%.

Son, en orden descendente, las provincias de: Santa Fe (97%), Río Negro (95%), Formosa (92%), Neuquén (91%), San Juan (90%), Tucumán (88%), Mendoza (86%), Corrientes (86%), Entre Ríos (84%), CABA (82%), Salta (82%), La Pampa (82%) y Jujuy (81%).

Nunca se había dado esta situación desde el inicio de la pandemia.

De acuerdo al parte epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Carla Vizzotti, el viernes, a nivel nacional, se tocó el pico de internaciones en camas UTI. Fue del 76,9%, teniendo en cuenta tanto las públicas como las privadas, y contabilizando los casos de COVID-19 y de otras patologías.

En el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), el porcentaje de internaciones graves, también tomando los mismos parámetros, es mayor aún, ayer sábado era del 77,0%. Sin embargo, esa cifra es ligeramente inferior a la registrada los días 24 y 30 de abril, cuando llegó a una ocupación del 77,90%.

Según el registro estadístico elaborado por la Unidad de Datos de un prestigioso medio, a nivel nacional, y siempre teniendo en cuenta a los dos efectores de salud, hay 12.801 camas de terapia intensivas disponibles.

Solo por casos graves de coronavirus ayer había internados en el país 6.909 pacientes, esto representa el 54% de las camas UTI totales. Por esa razón tanto las autoridades nacionales como las provinciales hablan del “estrés” del sistema de salud ya que los enfermos graves por COVID-19 ocupan, en promedio, una cama durante 15 o 20 días, pero hay internaciones muy complejas que demandan hasta un mes de cuidados.

Las regiones más complicadas

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junto con la zona del AMBA de la provincia de Buenos Aires, sigue siendo para las autoridades nacionales, léase el presidente Alberto Fernández y su ministra de Salud, Carla Vizzotti, una preocupación.

El distrito porteño y los 35 municipios bonaerenses que componen el AMBA sin la Ciudad de Buenos Aires, se comportan de la misma manera e irradian el virus hacia el interior de la provincia gobernada por Axel Kicillof.

Tanto es así que según el último informe de Vizzotti elevado a la Casa Rosada, CABA figura entre las 13 regiones en rojo sanitario. Allí consta que la ocupación promedio de camas UTI es del 82%. La evolución semanal marca que ayer las camas UTI de los hospitales porteños tenían una demanda del 94,1% y las privadas del 75,8%.

En cambio, los números oficiales que maneja Fernán Quirós, el ministro de Salud de Horacio Rodríguez Larreta, distribuyen esos porcentajes de manera inversa: 76% para el subsector público y el 87% el privado.

En los dos trabajos, aportados por un prestigioso medio, el porcentaje promedio total de ocupación fluctúa entre el 81,5% y el 82%, pero la incidencia en un sector u otro es inverso.

Ambos, de manera separada, afirman que sus datos son los correctos.

La zona del AMBA (sin la Ciudad de Bueno Aires) registra una ocupación inédita del 74,96%, la mayor desde que comenzó la pandemia. Daniel Gollan, el ministro de Salud de Axel Kicillof, reconoció que el indicador de camas de terapia intensiva "sigue siendo preocupante", debido a que "la ocupación en el AMBA constituye un récord histórico" y genera la necesidad de derivación constante de pacientes entre ciudades.

El interior del territorio bonaerense, en promedio, se encuentra más relajado y ya comienza a recibir derivaciones del conurbano, aunque las distancias son largas. El resto de la provincia promedia una ocupación de sus camas de terapia del 63,35%, pero va en ascenso.

Por ejemplo, el miércoles pasado, las internaciones de camas UCI en los efectores públicos llegó al 86%, un porcentaje que hasta ese día no se había registrado. Las camas de alta complejidad privadas marcaban una ocupación del 53,8%.

En la misma región centro, Santa Fe sigue siendo la provincia que hasta ahora requirió de la mayor cantidad de camas UTI disponibles en la provincia. El 97,2% del efector privado y el 95,% del público. Ni uno ni otro puede absorver más pacientes y cuando se desocupa una cama, en la mayoría de los casos, por fallecimiento, es ocupada por alguno de los enfermos en lista de espera acostados en camillas o en sillas de ruedas y en bancos en los pasillos.

Los hospitales públicos de Formosa tampoco pueden ingresar más pacientes en sus UCI. Al día de ayer la ocupacipón era del 99,1%, por esa razón, desde hace dos semanas se están derivando enfermos al sector privado que tiene una ocupación del 76,3%.

Río Negro padece la misma situación estresante que Santa Fe. Tanto el sector público (91%) como el privado (97,2%) ya solicitaron a la coordinación de emergencias que deriven pacientes a otras provincias de la región, como Chubut que presenta una ocupación promedio del 68%. La distancia no ayuda, entre algunos hospitales el recorrido de una jurisdicción y la otra es de casi 400 kilómetros.

Entre Ríos, que tiene al gobernador Gustavo Bordet (PJ) por segunda vez internado por coronavirus ante un recontagio, es otro distrito que tiene colapsado su sistema de salud público. Las camas UTI están ocupadas en un 94,4% y las privadas en un 75,5%.

La provincia de Misiones registró el lunes su mayor cantidad de internaciones por COVID-19 graves, en el sector privado llegó al 61,8%, mientras que el sector público estaba a la mitad de su capacidad. A lo largo de la semana, el número de internados fue descendiendo y los porcentajes se acercaron, hasta promediar entre ambos una ocupación del 51%, la más baja del pais.

“Una situación muy grave”

Para el doctor Claudio Santa María, la única posibilidad que la administración de Fernández evite una catástrofe sanitaria es consiguiendo más vacunas e inoculando a mayor velocidad, también testeando, aislando a los contactos estrechos y realizando una agresiva campaña de difusión para insistir en la importancia del distanciamiento social y los ciudados personales, “algo que no se hace”, le dijo a un prestigioso medio.

El Rector de la Fundación de Ciencias de la Salud, enfatizó: “Que la ocupación se acerque al 90 por ciento habla de la gravedad de la situación. En marzo teníamos cerca de 3.000 personas internadas en UTI y hoy cerca de 7.000 luchan por su vida. La falta de un plan de contención estratégico del gobierno, pocos testeos, pocas vacuna, retraso en la inoculación, falta de educación en medidas de prevención, dar el ejemplo y sancionar a quien no cumple, genera esta situación de desbarranco. Ante la llegada del invierno estamos en caída libre y de no encaminarse la situación sanitaria, nos enfrentaremos a una catástrofe”, vaticinó después de tener analizar los porcentajes la ocupación de camas de terapia intensiva en todo el país que publicó un prestigioso medio de manera exclusiva.

Fuente: Infobae