En un nuevo gesto de apoyo hacia Martín Guzmán, ministro de Economía resistido por el kirchnerismo, Alberto Fernández presentó el proyecto de Renta Inesperada y le envió un fuerte mensaje al Congreso Nacional para que debata y apruebe la norma que busca cobrarle un impuesto de única vez a las empresas que hayan ganado más de mil millones de pesos.

“No estamos irrumpiendo con ninguna norma tirada de los cabellos, sacada de la galera. Estamos haciendo algo que el mundo hizo antes y hace ahora. Y no lo hacen los países que aplican regímenes no democráticos o que están volcados a la izquierda. Lo hace Gran Bretaña, Italia, lo plantea Estados Unidos. Siento que tenemos la obligación de dar este debate y el Congreso tiene la obligación de acompañar y sacar esta ley. No es una obligación del Frente de Todos. Es una obligación de todos los diputados y senadores. Necesitamos que en una situación tan ingrata, que no sabemos cuando va a terminar, unos pocos no ganen tanto en desmedro de las inmensas mayorías”, sostuvo el Presidente.

El jefe de Estado comenzó su discurso hablando de las consecuencias de la invasión Rusa en Ucrania para justificar el proyecto: “Cuando hablé con Macron y Boris Johnson les aclaré que la guerra iba a tener efectos en el sur del mundo. La crisis afecta a África, Asia y países de Centroamérica. Afecta al Caribe. Hoy miraba en un WhatsApp que subió un CEO de una cerealera multinacional argentina cómo se incendiaba otra cerealera internacional repleta de trigo en Ucrania. Era trigo que se perdía para el resto del mundo. Cuánto más trigo falta, más sube el precio. Llegó a superar los 400 dólares. Algo inesperado en noviembre-diciembre”.

Y agregó: “El mundo, esta guerra, nos somete a dos realidades: que millones de seres humanos entren en riesgo y que muy poquitos ganen muchísimos. Esa es la inmoralidad que no podemos permitir. Es la indecencia que desde la política y el estado no se deben permitir. Está claro que esta guerra se convierte en una oportunidad. Hace falta petróleo, trigo, girasol, maíz y todos los precios suben. Es cierto que esos precios se pagan, en el mundo alguien los paga. Y unos pocos con todo eso medran y no llegan al conjunto social. Esa ganancia que nadie esperaba tener no llega al conjunto social”.

En Argentina tienen un efecto dual. Ganamos vendiendo trigo porque sube, pero nadie desacopla los precios internos y hacen subir los precios con la suba internacional”, completó.

Previo al jefe de Estado, Martín Guzmán esgrimió un discurso en el mismo sentido y dio detalles de la iniciativa: “Hay sectores que se han beneficiado porque hay precios de commodities que experimentaron aumentos muy grandes. Los precios subieron muy rápido en todo el mundo de alimentos y la energía. Fue un shock a la distribución de la riqueza. Si no se hace nada hay más desigualdad y sociedades que funcionan peor. El Estado debe cumplir ese rol. Queremos que las empresas ganen, pero que el crecimiento sea compartido”.

Sobre el impuesto a cobrar, especificó que se tratará de una sobrealícuota de impuesto a las Ganancias para las Sociedades de Capital aplicable al ejercicio fiscal 2022. La base imponible será, entonces la ganancia neta imponible en términos reales mayor a la del año anterior.

Los sujetos alcanzados serán las empresas cuya ganancia neta o contable sea superior a los 1.000 millones de pesos y además cumplan alguna de las dos condiciones siguientes: por un lado, su margen de ganancia en 2022 sea superior al 10% en términos reales, y que el aumento de ese margen en comparación con 2021 sea de un 20% superior.

Tendrá vigencia durante el ejercicio fiscal 2022, con los balances finalizados luego de la sanción de la ley y durante un año. La alícuota será de 15% y las empresas lo pagarán junto al vencimiento del impuesto a las Ganancias. Tendrá como destino rentas generales, por lo que será coparticipable. Guzmán anticipó que AFIP en su reglamentación podría implementar anticipos para este impuesto especial.