“Conducimos nosotros”. Con el tono zen de siempre pero con contundencia, el ministro de Economía, Martín Guzmán, enfrentó las críticas de los empresarios por la presión impositiva, diferenció el rol de los sindicatos y los ejecutivos respecto de sus compromisos con la fijación de expectativas para intentar moderar la escalada inflacionaria y remarcó que las políticas que el Círculo Rojo le pide al Gobierno son las que implementó la administración de Mauricio Macri. Esas medidas “han debilitado al sector privado; la industria con nosotros está creciendo y con el gobierno anterior se achicó”, sostuvo.

Invitado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), Guzmán expuso durante poco más de media hora ante un reducido grupo de ejecutivos que lo escuchaban en vivo en los jardines del Hotel Four Seasons, con frazadas sobre los hombros. Además del moderador Daniel Funes de Rioja, presidente del Cicyp y de la Unión Industrial Argentina, lo escucharon en vivo y en directo los presidentes de la Bolsa, Adelmo Gabbi, la asociación de bancos Adeba, Jorge Bolzico, de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, y de las cámaras de Comercio y Construcción, Mario Grinman e Iván Szczech, entre otros. También estaba Luis Betnaza, uno de los representantes de Techint en la UIA. El resto de la audiencia siguió el evento vía Zoom.

Presentado por un elogioso Funes de Rioja, Guzmán rememoró aquel encuentro de febrero, en el Museo del Bicentenario, en el que el Gobierno buscó alinear las expectativas. El ministro dijo que, desde entonces, el Ejecutivo avanzó en el rumbo que se había fijado para “tranquilizar la economía” y logró, entre otras cosas, reducir la brecha cambiaria e impulsar la actividad a pesar de la pandemia, mientras continúa con las gestiones para reestructurar la deuda con el FMI y el Club de París.

A horas de que el Indec difunda el dato de inflación de mayo, que se ubicó en el 3,3 %, adelantó que el índice volvería a mostrar una desaceleración desde los picos de 4,8% de marzo y 4,1% de abril y sugirió que el compromiso de los empresarios para alinear las expectativas no alcanzó. “La colaboración de todos, incluyéndolos a ustedes, es fundamental”, dijo Guzmán. “Si todos remarcamos precios sobre la base de unas expectativas que están acá (altas) es probable que terminemos con ese índice”, agregó. Y diferenció: “Esto lo planteamos en enero y encontramos una conducción muy responsable por parte de los sindicatos en este punto”. Remató: “Es un proceso de coordinación que hay que profundizarlo”.

Guzmán también dedicó parte de su exposición al gasto público y la presión impositiva. Remarcó que el Gobierno busca reducir el déficit a través de la mayor recaudación y con un gasto focalizado en la obra pública. Destacó que “el 93% de las posiciones de derechos de exportación tiene aranceles más bajos que en diciembre de 2019". Y agregó que, paso a paso, el Ejecutivo desanda la reforma tributaria del macrismo: “Sin hacerlo de forma grandilocuente y desde el convencimiento, hemos ido deshaciendo la reforma tributaria del gobierno anterior (...) construyendo una estructura tributaria alineada con el fortalecimiento fiscal, la progresividad", afirmó.

Este es uno de los puntos que más rechazo causa en el empresariado y, a la hora de las preguntas, se lo hicieron saber. Consultado sobre “el flagelo” de los impuestos y el incentivo a una mayor informalidad, replicó con dureza: “La informalidad no se resuelve solo con estructura impositiva. El gobierno anterior llevó a cabo una política de reducción de impuestos y achicamiento del Estado con la idea de que eso iba a generar un sendero virtuoso de crecimiento económico y no pasó. Y la realidad es que no pasa nunca”, sostuvo. Y dejó clara una postura oficial que parece cerrar una grieta al interior del oficialismo pero abre otra con el frente empresario, al expresar que "si la idea es un país de impuestos bajos y gastos bajos, esa no es nuestra idea".

“Esas reformas que se hacen bajo la premisa de que la generación de incentivos expande la oferta han resultado en un debilitamiento del Estado y dejaron a la macroeconomía en condiciones de más incertidumbre y han debilitado al sector privado. La industria con nosotros está creciendo; con el Gobierno anterior se achicó”, remató con Funes de Rioja a su lado.

Guzmán destacó las gestiones de Matías Kulfas y Ariel Schale al frente del Ministerio de Desarrollo Productivo y la Secretaría de Industria, a los que definió como “convencidos absolutos” del desarrollo industrial. Y luego pidió “concertación” con los empresarios, pero bajo las premisas que defina el Gobierno. “Pensamos la política tributaria de forma integral. Conducimos nosotros, el presidente y la vicepresidenta, que fuimos elegidos por el pueblo. La concertación de la que hablaba Daniel... invitamos a todos a trabajar, bajo nuestra conducción. Queremos que inviertan, construimos condiciones de certidumbre, pero esto no se resuelve en un año y medio”, finalizó.