{jkhighlight}Esta labor, tiene como finalidad, informar a la sociedad sobre la delicada situación económica que atraviesa este sector de trabajadores tan emblemáticos de la sociedad argentina. El salario de estos profesionales está por debajo de la canasta básica familiar impidiendo cubrir los gastos mensuales que implica sostener una familia, llevando en muchos casos a renunciar al cargo en busca de alternativas que permitan mantener una vida digna{/jkhighlight}.

En este sentido, los Guardaparques Nacionales de todo el país están solicitando a las autoridades de la Administración de Parques Nacionales y al Ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Juan Cabandie, una recomposición salarial en lo inmediato, la apertura de paritarias salariales y tener posibilidades de tener una carrera digna a través de contar con un convenio sectorial propio que atienda las necesidades de estos trabajadores.

Este reclamo se ha hecho extensivo en todos los Parques Nacionales de la Argentina, desde el Parque Nacional Iguazú al norte hasta Tierra del Fuego al sur, recibiendo incluso apoyo de colegas de todo el mundo.

Con un salario por debajo de la canasta básica familiar, este grupo de hombres y mujeres que viven en muchos casos con sus hijos en lugares aislados, con servicios básicos indeficientes, privados de actividades recreativas y ofertas educativas por sus condiciones de aislamiento, no pudiendo ejercer en otros trabajos por su dedicación exclusiva a sus funciones como Guardaparques y poniendo en riesgo su vida a diario en sitios sumamente agrestes, resisten diariamente considerándose en “peligro de extinción” si las condiciones no mejoran.

Han sido considerados trabajadores esenciales, desempeñándose ininterrumpidamente durante toda la pandemia, desarrollando no tan solo tareas de conservación en las áreas protegidas, sino también asistiendo a combatir incendios forestales fuera de estás y cumpliendo un rol social fundamental de asistencia a las poblaciones locales.

Estos guardianes del cuidado de nuestros recursos naturales y culturales, merecen no tan solo el reconocimiento de la sociedad que día a día se pone en manifiesto, sino también de las autoridades quienes deben otorgar una remuneración justa al trabajo que día a día realizan para jerarquizar a nuestro país.