{jkhighlight}Frávega está buscando comprador. En medio de una crisis financiera severa, en el mercado es un secreto a voces que la cadena de electrodomésticos está en la vidriera, aunque no justamente en su mejor momento. ¿Por qué? Acosada por finanzas en rojo, ahora suma una extensa lista de demandas por incumplimientos en las entregas durante la cuarentena, situación que terminó con clientes activados en un grupo cuyo nombre dice mucho: “Frávega Online Estafa”{/jkhighlight}.

“Regalada, es cara”. Con esa frase de uso cotidiano describen en el mercado la situación de la empresa de retail. Las versiones hablan de una compañía puesta en oferta –literalmente “ofrecida”- y en busca de compradores que no aparecen. Entre la poca expectativa que genera Frávega hoy, la incertidumbre sobre cuándo se reactivará el consumo en el país y la ola de demandas que sufre, no se trata justamente de una marca tentadora para una inversión. Más bien lo contrario.

La Dirección de Defensa del Consumidor la ha sancionado en variadas ocasiones por ofertas engañosas y otras maniobras fraudulentas sobre sus clientes. Esto va más allá de lo ocurrido en el último Hot Sale, cuando se aplicaron sanciones a varias empresas, sino que es casi permanente. Hace un mes, por caso, recibió una fuerte sanción pecuniaria por el organismo de defensa de los usuarios de Córdoba.

En Buenos Aires, Frávega abrió varios de sus locales pese a la pandemia pero, de acuerdo a las denuncias de los usuarios, se bloquearon las devoluciones y los cambios, generando diversos escándalos por productos defectuosos que la cadena se niega a cambiar o a devolver el dinero, con la argucia de que no podían revisar el funcionamiento del artículo fallado durante la cuarentena. El viejo y odioso mecanismo de simplificar las compras y entorpecer los reclamos.

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Esta situación tuvo su pico en La Plata, donde una clienta fue a una sucursal para intentar cambiar una notebook y, ante la negativa, decidió atrincherarse en el local. Según contó la mujer, tras seguir todos los pasos vía online que le exigió Frávega sin tener éxito para cambiar la computadora que había adquirido en abril, recién a principios de agosto se cansó y fue en forma presencial hasta una sede de la cadena. La cosa fue tomando calor, porque los empleados le fueron poniendo excusas –que las ventas online iban por otros carriles, que no tenía notebooks en ese local- hasta que terminó interviniendo la policía. ¿Cómo se saldó? En un par de horas, uno de los trabajadores fue hasta la sucursal de Temperley y volvió con la máquina requerida.

Este y otros casos terminaron con clientes organizados en un grupo de Facebook: Frávega Online Estafa tiene ya 14 mil miembros, de los cuales casi 100 ingresaron la última semana y donde se registraron casi 500 reclamos distintos el último mes. No es la única red social donde la cadena quedó en la mira: hace días fue tendencia nacional en Twitter por las quejas de los consumidores.