{jkhighlight}Incapaz de frenar la segunda ola de covid-19, Alemania decidió imponer medidas más drásticas, como el cierre de los comercios y de las escuelas, por miedo a que el coronavirus se vuelva incontrolable con las fiestas de fin de año. Así, todos los comercios no esenciales, así como las escuelas y guarderías van a cerrar a partir del miércoles próximo y hasta el 10 de enero, anunció la canciller Angela Merkel{/jkhighlight}.

La dirigente conservadora constató los “muy numerosos fallecimientos” debidos a la epidemia del covid-19, y el “crecimiento exponencial” de las infecciones, antes de asegurar: “Estamos obligados a actuar, y actuamos ahora”.

Con este confinamiento parcial, las empresas deberán permitir a sus empleados trabajar desde sus casas o facilitar las vacaciones durante estas próximas tres semanas y media “para aplicar en todo el país el principio de "nos quedamos en casa".

Merkel anunció el cierre tras reunirse hoy con los líderes de los 16 estados federados y luego de que el número de nuevas infecciones por covid-19 huya batido récords en los últimos días.

Después de seis semanas de cierre total de restaurantes, bares, teatros, cines, museos e instalaciones deportivas, Alemania constató que estas restricciones fueron insuficientes. “La situación sigue siendo muy grave (...) incluso se ha agravado desde la semana pasada”, alertó el jueves Lothar Wieler, presidente del instituto de vigilancia sanitaria Robert Koch (RKI). Según él, la epidemia sigue progresando porque la población no ha reducido lo bastante sus contactos sociales.

{jkhighlight}El número de nuevas infecciones diarias rozó las 30.000 el viernes y el sábado, muy por encima del promedio diario de la primera ola, que Alemania controló mejor que muchos países europeos. El récord de muertos en un día se batió el jueves, con 598{/jkhighlight}. El jefe del RKI estima que la situación del país también se debe “al cansancio” de la población, después de casi diez meses de imposiciones inéditas.”Debemos intensificar urgentemente (y) todavía más los esfuerzos”, declaró el viernes el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, la autoridad moral del país.

Esta evolución no parece afectar la credibilidad de Merkel, que sigue siendo una de las personalidades políticas preferidas de los alemanes. Y es que la canciller se declaró durante todo el otoño boreal favorable a medidas más duras pero no logró convencer a los jefes de las regiones, competentes en materia sanitaria.

Baviera es una de las regiones que no esperó a la reunión de crisis para tomar nuevas medidas: hay toques de queda en vigor desde esta semana en las localidades más afectadas.

En Sajonia, la provincia más afectada, ya se ha decretado el cierre de comercios y colegios y entró en vigor desde el lunes. También habrá toques de queda locales entre las 22H00 y las 6H00. En Baden-Württemberg, salir de casa solo está permitido por razones imperiosas, es decir para ir al trabajo, comprar comida o una cita médica.

Hasta ahora a los alemanes se les instó a “quedarse en casa” pero tenían libertad de movimiento y nunca se han visto sometidos a un confinamiento estricto como en España o Francia, por ejemplo.

Angela Merkel llamó el miércoles a limitar los contactos al mínimo, incluso en Navidad y Año Nuevo. “Si tenemos demasiados contactos ahora, antes de Navidad, y después son las últimas navidades con los abuelos, entonces habremos hecho algo mal”, advirtió emocionada ante la Cámara de Diputados.