El 29 de septiembre de 1964 el icónico humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como Quino, creaba a uno de sus más famosos y queridos personajes: Mafalda

La niña de abundante melena negra con corte “carré”, que odia la sopa y que ama politizar cualquier tema, aquella que mira el mundo se da desde ese lugar, un poco de ingenuidad, un poco de utopía, un poco de capricho, otro poco rebeldía nata fue publicada por primera vez hace 55 años en la revista Primera Plana, en principio como un anuncio comercial.

Su nacimiento se remonta un año antes, en el ’63, cuando a Quino se le había encargado crear una serie de tiras cómicas en las que se viera representada una “familia tipo”, con un vínculo explícito con los electrodomésticos. Como condición, todos los personajes deben llevar nombres que comiencen con la letra M. La idea era promocionar en los medios de comunicación los productos de “Mansfield”, de la empresa Siam Di Tella. Pero el artilugio comercial fue descubierto y esas tiras no se publicaron. Algunos meses después, Quino retomó algunas de esas ideas y dio forma definitiva a Mafalda.

Para el nombre, Quino se inspiró en la película ‘Dar la cara’ de 1962, escrita por José Martínez Suárez. En dicho film aparece una beba llamada precisamente Mafalda, que gustó mucho Quino y así surgió el nombre de su más famosa creación.

La felicidad, la política, la democracia, la familia, los amigos, la guerra, el arte, la cultura, la escuela, las vacaciones, el hambre, la pobreza, la paz, los derechos de los niños, son sólo algunos de los temas que preocupan y toca Mafalda a través de sus cortas tiras.

Increíblemente (o quizás no tanto) sus viñetas aún siguen vigentes, y esto es, en palabras de su propio creador, porque “lamentablemente, el mundo no ha cambiado demasiado”. La Inflación, la jubilación, China, el feminismo, el vegetarianismo, la política, poco de aquello de lo que se protestaba Mafalda pueden verse aun en la actualidad.

Mafalda se convirtió rápidamente es una de las tiras cómicas mas populares de América Latina, así como en España, Francia e Italia. Ha sido traducida a más de treinta idiomas, incluidos algunos tan particulares como el hebreo, el armenio, el chino e inclusive existen versiones en braille. Umberto Eco, encargado de la primera edición en italiano de la historieta, ha dicho “amarla muchísimo” y considera muy importante leer la tira para entender a la Argentina.

Y es que Quino logró dotar a cada personaje de características propias que le permitieron retratar la realidad argentina de los años 60 y 70, aunque con un sentido de universalidad tan contundente que le confiere absoluta vigencia a lo planteado en los 12 libros de las andanzas intelectuales de la icónica pequeña cincuentona.