{jkhighlight}La autopsia realizada al cuerpo de Facundo Astudillo Castro, de 22 años, concluyó que el chico murió por "asfixia por sumersión", es decir, "ahogamiento", y que se trató de "una muerte violenta, por no ser natural", pero no se pudo determinar si fue o no un asesinato. Los resultados concluyen que lo más probable es que el lugar de muerte haya sido el mismo canal donde fue encontrado su cadáver{/jkhighlight}.

"No se observaron signos de participación de terceras personas sobre los restos estudiados", especifican los resultados.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) presentó el informe de la autopsia realizada al cuerpo que apareció en un canal de agua de la zona conocida como Villarino Viejo, en la provincia de Buenos Aires, el cual comprobó que pertenece a Facundo Castro por la identificación que combinó el análisis antropológico, médico, odontológico y genético en el marco forense.

"{jkhighlight}Se trató de una muerte violenta, por no ser natural. El avanzado estado de esqueletización del cadáver limitó las posibilidades de conocer el modo de la muerte, no pudiendo la ciencia forense determinar con rigor científico si se trató de uno u otro tipo de muerte violenta: suicida, homicida o accidental{/jkhighlight}", señalaron en el reporte.

También aclararon que "del estudio forense no surgen elementos que permitan suponer que los restos humanos hayan estado en otro ambiente distinto al del hallazgo durante el intervalo postmortem consignado", por lo que se descarta un posible traslado del cuerpo, como planteaban los abogados de Cristina Castro, la madre del joven.

Los profesionales lograron determinar que Facundo murió por "asfixia por sumersión" debido a que hallaron "un número significativamente alto de restos de diatomeas", un tipo de algas microscópicas, que coinciden con las muestras de agua y sedimentos tomadas en el lugar donde fue hallado el cadáver. Esta coincidencia "es altamente indicativa" de que el canal conocido como Cola de Ballena es "el medio en el que se produjo la muerte".

{jkhighlight}Los resultados "permiten aseverar, con el rigor científico necesario, que la muerte de Facundo José Astudillo Castro se produjo por asfixia por sumersión (ahogamiento)", es decir que sufrió una "obstrucción de la vía aérea por el ingreso de líquidos durante el proceso de respiración bajo el agua"{/jkhighlight}.

La presencia de diatomeas confirman la causa de muerte junto con el hallazgo del fenómeno "Pink Teeth" (diente rosado o coloración rosada por transparencia del esmalte) "observado en las piezas dentales anteriores del maxilar inferior". Si bien el "Pink Teeth" es "inespecífico" para determinar por sí mismo la causa de muerte, "asociado a la presencia de diatomea en la médula ósea complementa la condición de una asfixia por sumersión", indica el informe.

En este sentido, especificaron que los restos óseos "no presentaban lesiones vitales" de origen traumático ni previas a la muerte, así como tampoco quemaduras con ácido o fuentes de calor, ni la presencia de proyectiles, partes de arma blanca u otros elementos similares que indiquen lesiones.

Por el contrario, "todas las lesiones y pérdida de algunas piezas dentales son postmortem (posteriores a la muerte), producto de depredadores y exposición medioambiental", principalmente por parte del "zorro pampeano o gris".

El tiempo mínimo transcurrido entre la muerte y el hallazgo se estima en "no menor a 30 días", de acuerdo a lo observado en cuanto a "acción del ambiente" y "micro fauna asociada a los restos", mientras que el "tiempo máximo estimado del período transcurrido desde la muerte" puede ser "mayor, pero no pudiendo determinarse científicamente". Desde que salió de su casa, el 30 de abril pasado, Facundo estuvo desaparecido durante casi tres meses y medio, ya que su cuerpo se encontró el 15 de agosto.


Facundo Astudillo Castro desapareció luego de que la Policía Bonaerense lo detuviera varias veces cuando viajaba a dedo desde Pedro Luro hacia Bahía Blanca para visitar a su exnovia. Si bien los efectivos que tuvieron contacto con él en ese momento aseguran desconocer su paradero, luego se halló en la basura de la comisaría de Teniente Origone un objeto muy similar a un regalo de su abuela que el chico siempre llevaba consigo, y también se encontró una foto de su DNI en el teléfono de una policía, a pesar de que la fuerza afirmaba que estaba indocumentado. Las principales sospechas recaen sobre la Policía Bonaerense.

Hace unas semanas se descubrió, gracias al sistema GPS, que un patrullero de la Unidad de Prevención de Policía Local (UPPL) se había desviado de su recorrido habitual y el 8 de mayo estuvo a 800 metros de donde apareció el chico muerto. Además, un perro adiestrado logró encontrar en el baúl una piedra turmalina que Facundo llevaba de colgante.