Brasil debutará este domingo desde las 18 en la Copa América 2021, de la que es anfitrión, ante Venezuela, que confirmó en su delegación trece casos positivos de coronavirus. A pesar de ser el candidato a llevarse el título, el país gobernado por Jair Bolsonaro no se encuentra en una situación idónea: está atravesado por tensiones políticas, estrés sanitario y la amenaza de nueva ola de Covid-19.

El Ministerio de Salud de Brasil informó el sábado 78.700 nuevos casos de Covid-19, lo que elevó el número total informado durante la pandemia a 17.374.818. El país también reportó 2.037 muertes adicionales por coronavirus el sábado, incrementando el número de muertos del país a 486.272, uno de los más altos del mundo.

Brasil acumula casi medio millón de muertos

Fue el cuarto día consecutivo en que el país limítrofe reportó cifras diarias de casos superiores a 78.000 y muertes diarias de más de 2.000. La Copa América está programada para comenzar este domingo y durar un mes, cuando termine el 13 de julio en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.

Para agregar mayor incertidumbre a la situación, este sábado se confirmó que 13 miembros de la selección nacional de fútbol de Venezuela dieron positivo después de llegar a Brasilia antes de la apertura de la Copa América. La competencia está programada para comenzar hoy con un partido entre Venezuela y Brasil en esa misma ciudad.

El aval de la Corte Suprema

A pesar del panorama adverso, el jueves la Corte Suprema de Brasil votó a favor de seguir adelante con el torneo de fútbol, y falló en contra de tres objeciones presentadas contra Brasil como anfitrión del torneo por preocupaciones de que haría que los casos de covid-19 aumentaran aún más.

Seis de los once magistrados del máximo tribunal brasileño, el mínimo requerido, fueron los que votaron en la sesión extraordinaria a favor de autorizar el campeonato regional de selecciones.

Sin embargo, los jueces advirtieron sobre la necesidad de reducir eventuales daños. Al menos dos de los magistrados pidieron en sus votos que el gobierno presente, 24 horas antes del inicio de la Copa, un plan de mitigación de riesgos, algo que todavía debe ser confirmado.

Los cuestionamientos al certamen

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, uno de los líderes más cuestionados por su gestión de la pandemia, aceptó acoger sobre la marcha el campeonato tras las salidas semanas atrás de Argentina, por el agravamiento de la situación sanitaria, y antes de Colombia, en medio protestas antigubernamentales que dejan decenas de muertos.

Desde que el lunes de la semana pasada el gobierno de Bolsonaro anunció la Copa, no dejaron de lloverle críticas, incluidas convocatorias de protestas el domingo.

Por ejemplo, la compañia Mastercard anunció que decidió no “activar” su patrocinio, retirando su logotipo del torneo continental, y más tarde el gigante cervecero Ambev, parte del gigante mundial AB Invev, informó que “sus marcas no estarán presentes en la Copa América”.

Este jueves el grupo Diageo, que se presenta como líder mundial en bebidas alcohólicas premium, anunció el retiro de “sus acciones de marca en Brasil en el ámbito de patrocinio de la Copa América, debido a la actual situación sanitaria brasileña y en respeto al momento de la pandemia”.